Friday, March 31, 2017

Preguntas de la gente

Como alcanzar a la gente de hoy en día – por Lawrence Wilson (www.lawrencewilson.com)


¿Qué tiene conmigo?
El sermón debe empezar con una pregunta, una cuestión de la vida actual y terminar con una solución bíblica. Todo el mundo tiene preguntas acerca de la sexualidad, el valor de la vida, la inmigración, la justica económica y el propósito de la vida—no hay excuso por no atender a sus preguntas y preocupaciones.

¿Qué importa ésta sermón?
La gente tiene muchos problemas—no todos urgentes. El mundo se mueve demasiado rápido para enfocarnos en cosas factualmente verdad sino sumamente no importante. Debemos mostrar la importancia del tema y mensaje. ¿Qué pasaría si rechazo a Jesús? ¿Por qué deben importar más los valores que el dinero? 
En algún momento durante la plática, debemos decir, “Esto es porque importa tanto este mensaje: ____________________________________.”

¿Qué dice Dios de este asunto?
La gente quiere oír de Dios. No importan a ellos lo que dicen las noticias, las industrias, la psicología.

¿De qué está hablando?
Tenemos que comunicarnos con más que sola la voz. Vivimos en un mundo de híper-estimulación…la mayoría, visual. Tenemos que usar la voz, elementos visuales, videos, nuestros cuerpos (lenguaje corporal) y otras cosas para capturar la atención e imaginación de la gente.

¿Por qué debe confiar en tus palabras?
La gente quiere creer en nosotros y nuestras palabras. Como predicadores y maestros en la iglesia, tenemos que ser convencidos de nuestras palabras…debemos tener una convicción que fluye de nuestras voces, a través de nuestros manierismos…de nuestro ser.

¿Qué es posible?
Nuestro trabajo no se acaba hasta que la gente cree que con Dios todo es posible. Tenemos que ofrecer a ellos un futuro mejor. Ellos necesitan saber que Dios hace nuevas todas cosas.

¿Y ahora qué?
Aun buena información es inútil si la gente no sabe qué hacer con la información. Aun gente muy educada, inteligente no sabe cómo aplicar las verdades espirituales a sus vidas cotidianas. Tenemos que ofrecerles ejemplos concretos de cómo aplicar la enseñanza, la predicación en/a sus vidas. Tenemos que ofrecerles la oportunidad a responder al reto o a la llamada del sermón.

Como predicadores y maestros en la iglesia, debemos presentar un problema actual y lo que dice Dios acerca del problema. Debemos dar esperanza a la gente y llamarles a un cambio en sus vidas. Finalmente, debemos creer en lo que decimos con todo del corazón.

¡Ésta es predicar!