Amo la palabra ‘sencilla.’ Me gusta el ‘ssen’ en el principio de la palabra…es un sonido suave. También, me gusta el ‘cill’ en el medio…y el ‘llaaa’ en el final. La palabra es suave y todos sus partes son suaves. Me imagino que ya puedes ver que soy filólogo por su definición muy literal—un amante de palabras. Amo las palabras…y, más precisamente, tanto disfruto examinar el efecto y el poder de las palabras…cualquier palabras, todas palabras. Para mí, ‘sencilla’ es una palabra de poder, no solamente capaz de formar imagines suaves en nuestras mentes sino capaz de bajar el ritmo de nuestros corazones, aun bajar la presión de la sangre. Sí, esta es una palabra buena…y no debemos usarlo ligeramente
Bueno, debemos continuar hacía la idea de la ‘iglesia sencilla’ entonces. Para muchos, hay una desconexión entre estas dos palabras…no pertenecen en la misma frase. ¿Por qué? Porque para muchos la iglesia es todo menos ‘sencilla.’ La iglesia significa levantarse demasiado temprano durante el fin de semana y luchar con los hijos para sacarlos de sus camas…para vestirlos en ropa no tan cómoda…que la familia puede ir a un lugar donde todos tienen que poner una ‘cara feliz’…para interactuar con otra gente que ya han puesto sus caras felices…y después para sentarse juntos (o estar en pie demasiado largo mientras aplaudiendo hasta se duele las manos!) todos en un salón grande…cantando canciones casi no conocido…y después escuchar (o NO escuchar!) a un sermón que le llama dar más y hacer más y ser más…y ya está exhausto y no sabe cómo puede dar, hacer ni ser más…y su único pensamiento es, “¿Cuándo va a llegar la despedida?”…y el próximo pensamiento es, “¿Dónde vamos a comer…y cuánta costaría…y quién vamos a ver allá?” Pues, ahora puede ver porque algunos no pueden soportar las palabras ‘iglesia’ y ‘sencilla’ en la misma frase!
Sin embargo, para mí, esta frase es lleno de esperanza! Como anhelo la realidad de la iglesia sencilla. Primeramente, creo que necesitamos encontrar otra palabra o necesitamos re-programar nuestras mentes para oír y entender la palabra 'iglesia' como fue usado en el primer siglo. Hoy en día, asociamos la palabra con un edificio…más todos los sentimientos relacionados! Para la mayoría de la gente, los sentimientos no son tan agradables. En que no tenemos otra palabra, necesito remplacer la imagen que tengo en mente o darla un significado nuevo. Iglesia: de ekklesia del greigo; la congregación, la reunión, un grupo de gente reunido por un propósito común. Para nuestros antepasados en la iglesia primitiva, la ekklesia fue siempre una referencia a la gente…no al lugar. Y, fue una gente especial, porque cuando se reunió la ekklesia—la gente—las clases sociales fueron dejadas atrás. El esclavo y el dueño de negocio, el maestro y el soldado, el anciano y el joven todos se encontraron juntos en un nivel común. Entrando esta reunión de la gente de Dios (no importa de la casa en donde se reunieron en cualquier día de la semana) fue un paso a dentro una comunidad de gente en donde los elites sociales pudieron ser sí mismo, donde los rechazados sociales fueron aceptados y pudieron sentarse lado a lado con los “grandes” de la sociedad.
De hecho, cuando podemos cambiar nuestro entendimiento y la imagen de la Iglesia—el grupo de gente que se reúnen con regularidad para oír la lectura de las Escrituras y para entender la voluntad de Dios en sus vidas, allá en esta imagen encontramos la iglesia sencilla. La reunión de la iglesia primitiva tendría muy poco en común con el ‘show’ de sonido y luz que encontramos en los edificios de la iglesia hoy en día. Tendría muy poco en común con los ‘fashion shows’ que pasen en silencio en los pasillos de nuestros lugares de reunión hoy en día. Tendría muy poco en común con el énfasis en la música (y sus tecnologías relacionadas) lo que tenemos hoy en día. En el pasado, hubiéremos encontrado una gente que reconocieron su dependencia común en la gracia y perdón de Dios…una gente que tuvieron hambre por las Escrituras y su aplicación a sus vidas (no tanto interés en la capacidad de locución del lector/predicador)…una gente sentado (o en pie) juntos en un nivel común antes de Dios. Encontraríamos una gente sencilla…encontraríamos la Iglesia
Antes, dije que la frase—iglesia sencilla—es lleno de esperanza. Todavía, estoy buscando esta iglesia, y me siento que estoy llegando más y más cerca. Ha sido momentos en cuando he estado tan, pero tan cerca, aun allá…en las montañas de Georgia, en los pueblos de Venezuela y México. Mantengo la idea de la iglesia sencilla…porque, si existe la idea, la idea puede convertirse en una realidad. Mientras escribo aquí en mi compu, veo que mis actitudes y mis disposiciones, mis logros y mis títulos universitarios, mis auto-percepciones (ambos positivas y negativas) y mis tendencias de juzgar—todos de estos necesito dejar en la puerta, necesito dejar fuera del circulo mientras entrar la reunión de la gente de Dios. Por hacer esto, creo que Dios me ayudará convertirme en lo que busco…una persona sencilla en Su iglesia sencilla.
Bueno, debemos continuar hacía la idea de la ‘iglesia sencilla’ entonces. Para muchos, hay una desconexión entre estas dos palabras…no pertenecen en la misma frase. ¿Por qué? Porque para muchos la iglesia es todo menos ‘sencilla.’ La iglesia significa levantarse demasiado temprano durante el fin de semana y luchar con los hijos para sacarlos de sus camas…para vestirlos en ropa no tan cómoda…que la familia puede ir a un lugar donde todos tienen que poner una ‘cara feliz’…para interactuar con otra gente que ya han puesto sus caras felices…y después para sentarse juntos (o estar en pie demasiado largo mientras aplaudiendo hasta se duele las manos!) todos en un salón grande…cantando canciones casi no conocido…y después escuchar (o NO escuchar!) a un sermón que le llama dar más y hacer más y ser más…y ya está exhausto y no sabe cómo puede dar, hacer ni ser más…y su único pensamiento es, “¿Cuándo va a llegar la despedida?”…y el próximo pensamiento es, “¿Dónde vamos a comer…y cuánta costaría…y quién vamos a ver allá?” Pues, ahora puede ver porque algunos no pueden soportar las palabras ‘iglesia’ y ‘sencilla’ en la misma frase!
Sin embargo, para mí, esta frase es lleno de esperanza! Como anhelo la realidad de la iglesia sencilla. Primeramente, creo que necesitamos encontrar otra palabra o necesitamos re-programar nuestras mentes para oír y entender la palabra 'iglesia' como fue usado en el primer siglo. Hoy en día, asociamos la palabra con un edificio…más todos los sentimientos relacionados! Para la mayoría de la gente, los sentimientos no son tan agradables. En que no tenemos otra palabra, necesito remplacer la imagen que tengo en mente o darla un significado nuevo. Iglesia: de ekklesia del greigo; la congregación, la reunión, un grupo de gente reunido por un propósito común. Para nuestros antepasados en la iglesia primitiva, la ekklesia fue siempre una referencia a la gente…no al lugar. Y, fue una gente especial, porque cuando se reunió la ekklesia—la gente—las clases sociales fueron dejadas atrás. El esclavo y el dueño de negocio, el maestro y el soldado, el anciano y el joven todos se encontraron juntos en un nivel común. Entrando esta reunión de la gente de Dios (no importa de la casa en donde se reunieron en cualquier día de la semana) fue un paso a dentro una comunidad de gente en donde los elites sociales pudieron ser sí mismo, donde los rechazados sociales fueron aceptados y pudieron sentarse lado a lado con los “grandes” de la sociedad.
De hecho, cuando podemos cambiar nuestro entendimiento y la imagen de la Iglesia—el grupo de gente que se reúnen con regularidad para oír la lectura de las Escrituras y para entender la voluntad de Dios en sus vidas, allá en esta imagen encontramos la iglesia sencilla. La reunión de la iglesia primitiva tendría muy poco en común con el ‘show’ de sonido y luz que encontramos en los edificios de la iglesia hoy en día. Tendría muy poco en común con los ‘fashion shows’ que pasen en silencio en los pasillos de nuestros lugares de reunión hoy en día. Tendría muy poco en común con el énfasis en la música (y sus tecnologías relacionadas) lo que tenemos hoy en día. En el pasado, hubiéremos encontrado una gente que reconocieron su dependencia común en la gracia y perdón de Dios…una gente que tuvieron hambre por las Escrituras y su aplicación a sus vidas (no tanto interés en la capacidad de locución del lector/predicador)…una gente sentado (o en pie) juntos en un nivel común antes de Dios. Encontraríamos una gente sencilla…encontraríamos la Iglesia
Antes, dije que la frase—iglesia sencilla—es lleno de esperanza. Todavía, estoy buscando esta iglesia, y me siento que estoy llegando más y más cerca. Ha sido momentos en cuando he estado tan, pero tan cerca, aun allá…en las montañas de Georgia, en los pueblos de Venezuela y México. Mantengo la idea de la iglesia sencilla…porque, si existe la idea, la idea puede convertirse en una realidad. Mientras escribo aquí en mi compu, veo que mis actitudes y mis disposiciones, mis logros y mis títulos universitarios, mis auto-percepciones (ambos positivas y negativas) y mis tendencias de juzgar—todos de estos necesito dejar en la puerta, necesito dejar fuera del circulo mientras entrar la reunión de la gente de Dios. Por hacer esto, creo que Dios me ayudará convertirme en lo que busco…una persona sencilla en Su iglesia sencilla.
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